domingo, 20 de agosto de 2023

Gravedad

 “La insoportable levedad del ser” luce intacto en la estantería. No lo he empezado y ya me da que pensar. Me veo en esa ligereza que pide arraigo. Esa necesidad de salir volando cada dos por tres, curiosear por lo intangible de las ideas, por las ensoñaciones y fantasías que me resguardan de la realidad. El peso se tiene como algo negativo, pero qué bien me viene un ancla. Un punto de arraigo que pinte una X: “es aquí. Estás aquí.” Y acordarme de que respiro, ahora. Y no ir más allá. Lo leo en todos lados: “aquí. Ahora. Presente. Carpe Diem.” Y sí, pero sin lucha. Es aquí, ahora, con lo que es. Es aquí, ahora, con que mi mente va y viene. Es aquí, ahora, creando expectativas y proyecciones. Porque es así. Ahora. En este momento. Y me perderé mil veces en ese vaivén. Pero, joder… acordarme de la dirección y del número de contacto. Recordar el camino de vuelta, dejando migas por el camino, luces de neón o un puto señor agitando una flecha, dependiendo de lo lejos que me haya ido. Un peso que me confirme que puedo elevarme hasta lo más alto y caer justo donde soy, sin dejar mucha sangre por el camino. Lo justo para marcar el sendero. Y descansar. Dejarme caer por la gravedad y descansar…

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