Te descolocará verlo escrito de esta manera, pero la que suena bien te estará engañando.
Así son las cosas bonitas; te engañan, te embelesan y te hunden en la ingravidez del no saber, del no estar y del no querer estar en ningún otro lugar.
"Falta de equilibrio y sensación de caída permanente", así lo describen. Qué facilidad para describir cuando el sentido no se encuentra en el pecho, qué acierto, qué objetividad. Hace tanto que estoy cayendo que ya lo había olvidado. No me asusta dónde caer, me aterra no caer nunca. La estabilidad. La ingravidez permanente. El vértigo contínuo de estar mirando al abismo sin poder moverme. Sin quererlo, sin pretenderlo. La indiferencia hacia el final, hacia los resultados nefastos.
No sé.
No sé.
Tienes que ser tú.