Me desorienta la obsesión por la pertenencia. La mutua. La que se busca y la que exige. Lo tuyo y lo mío.
En la punta de vuestra lengua se halla a todas horas Libertad. Hasta las tetas. Cansada. Aburrida. Harta de abusos innecesarios. Ella mira más adentro. Hasta las entrañas. Y se cruza de brazos al ver que lo único que queréis es un dueño. Que os maneje. Que os indique. La moralidad impuesta por otro. La estructura siempre ordenada del poder. "Esto está bien" "Esto está mal". La decisión ajena. La comodidad.
Libertad está hasta los ovarios de vosotros.
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