jueves, 6 de marzo de 2014

Va, por nuestro futuro, por lo que queríamos ser ese día, cuando las cosas aún no habían cambiado. Cuando yo era yo y tú eras tú. Aquel día.
Por aquí todo se ha derrumbado, otra vez. Sin cimientos, ni pilares. En soledad, como siempre, como todo, como todos. Y la sensación de vacío permanente se ha quedado sentada sin moverse y ya no sabe cómo latir, como bombear, como seguir. Yo quería ser, pero hoy...
Los trozos machacados de ayer lucen esparcidos por mi habitación, irreconocibles, tristes, irreparables. No hay solución, nada volverá a ser como antes. No sé qué hacer y nada que hacer se ha apoderado de mi mente, de mis costumbres, de mi actitud. Nada por delante, mucho futuro por detrás y las bombillas de mis ideales se han roto por el camino, porque nadie las entendía y yo nunca las apagaba. Nada se mantuvo y ahora...


No hay comentarios:

Publicar un comentario