Traga. Engulle.
Da igual lo que pienses. El pensamiento se atasca con tu responsabilidad. Tu tarea. Tu trabajo. Mueve la cabeza, de arriba abajo. Otra vez. De arriba abajo. Y lo crees. Ahora te lo crees. No es tan complicado cuando todo lo han pintado para ti. Tu mundo, que es el de todos. El de cartón. El que se agujerea cuando se moja. Cuando lo mojas. El que deja un vacío insostenible cuando se cae. El tuyo. El que tú has elegido no rellenar. Demasiado ocupado con pintar de colores la tapadera. Un poquito de rosa, para endulzarlo. Y de negro, para asustar. Miedo. Qué miedo. Cómo necesitas el miedo, oye, qué cojín más maravilloso. Y mientras tanto todo sigue su camino, que no es el suyo. Y mientras tanto, tú no sientas mucho. O tendré que matarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario