Sonidos sordos que no vibran en tu alma. Tus cuerdas vocales se mueven y ya está cansada la voz para salir.
¿Qué me quieres decir? ¿Que es importante la mísera importancia de la nada?
Déjame que dude mientras danzas entre dichos y diretes de paja.
"No comprendo nada", dice la melodía en mute de tus andadas.
Explícale al viento que lo has visto, aunque ni siquiera lo hayas sentido.
Tú me hablas sin decir y yo te oigo sin escuchar, porque así somos, complementos de lo mismo que se distorsiona con el ruido.
Calla y mira.
Te escucho y siento.
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