Las moscas se estampan voluntariamente contra una pared de hormigón que ya estaba ahí antes que tú. Es tu pared, redecorada a consciencia con cincuenta títulos de papel que dicen ser importantes, pero no para ti. No están hechos de piel, ni de gemidos insensatos que se escapan de la garganta. Son de contradicción, están hechos de lo mismo que tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario